viernes, 8 de enero de 2016

Hidroterapia: Tratamiento Natural Contra las Varices

La Hidroterapia es una terapia alternativa muy eficaz para combatir distintos tipos de problemas de salud. Esta técnica consiste en el empleo de agua. Se utiliza a distintas temperaturas, ejerciendo presiones de distinta intensidad y en cualquiera de sus estados, ya sea líquido, vapor o sólido.

Generalmente, en esta técnica se alterna el uso de agua caliente y agua fría en forma de baño o chorros de agua a presión que se aplican sobre las zonas a tratar.





La Hidroterapia es una excelente alternativa a la hora de combatir las venas varicosas, ya que el empleo de agua caliente permite dilatar los vasos sanguíneos que se encuentran bajo la piel, estimulando la circulación en esas zonas. 


Por otro lado, el empleo de agua a baja temperatura causa el efecto contrario: los vasos sanguíneos superficiales se contraen y favorece la circulación de la sangre en el interior de los órganos.




Técnicas Que Se Utilizan En Hidroterapia. 


1. Chorros De Burbujas.

En este caso se aplican chorros de agua sobre las zonas afectadas con la presión suficiente para relajar los músculos. Éste es uno de los mejores tratamientos para curar todo tipo de problemas circulatorios y mejorar la salud en general. 


2. Baños o Duchas de Agua Caliente. 

Los baños o duchas son un excelente relajante muscular y además permiten que el cuerpo se desintoxique eliminando residuos y toxinas acumuladas. Para este tratamiento antes se frota el cuerpo con sal marina, a fin de eliminar también todo tipo de impurezas almacenadas en la piel, mejorando así su textura. 





3. Baños o Duchas de Agua Fría.

Los baños o duchas con agua fría son ideales para reducir inflamaciones, hematomas y el flujo sanguíneo. Además, el agua fría permite la constricción de los vasos sanguíneos demasiado dilatados, efecto producido por las venas varicosas.


4. Baños o Duchas Alternas.

En este caso, los baños consisten en alternar agua caliente con agua fría. Primero se debe comenzar con los baños de agua caliente, para finalizar con los de agua fría. De esta manera se favorece la relajación de los músculos a la vez que se activa la circulación de la sangre y el sistema linfático.


Para finalizar se realiza un masaje que tiene como objetivo eliminar todas las impurezas de los poros, que se han dilatado gracias a la acción del calor. Después de este masaje se vuelve a recibir un baño de agua fría que permite que los poros se cierren.


Lo que debes tener en cuenta:



Si te has decidido por esta terapia alternativa debes tener en cuenta que, a la hora de tomar estos baños, el agua debe estar fría, de lo contrario esta técnica no te proporcionará los resultados que esperas.


Tu cuerpo debe estar caliente, nunca se debe aplicar agua fría si sientes frío.
El agua debe salir sin fuerza. Esto significa que debes ser capaz de controlar la salida de la misma, ya que el chorro de agua no debe salpicar otras partes del cuerpo, únicamente debe tocar la zona a tratar.




La duración de la aplicación de cada chorro de agua debe ser de 15 segundos en la parte anterior de la pierna y otros 15 segundos para la parte posterior de la misma.


La frecuencia de la hidroterapia debe ser diaria, y la duración mínima del tratamiento es de 3 meses para comenzar a apreciar los resultados.


Para que el estímulo sea progresivo debes seguir un recorrido, empezando siempre por la extremidad derecha, luego pasar a la parte anterior de la misma y; finalmente debes pasar a la parte posterior. Una vez que termines con esta extremidad, pasa a la otra pierna, a modo de masajes para las varices.


La hidroterapia está contraindicada para las personas que padecen cistitis, pielonefritis, mujeres que se encuentran durante el período menstrual, ciática en fase aguda y escalofríos.

 

¿Cómo Realizar Hidroterapia En Casa?


Si deseas realizar ésta técnica en tu casa lo único que necesitarás son 2 cubos de plástico que tengan la altura suficiente como para que puedas sumergir las piernas hasta la altura de las rodillas.


Éstos son los pasos a seguir:



-Llena un recipiente con suficiente cantidad de agua caliente de modo que puedas cubrir cómodamente las piernas.


-Por otro lado, llena el otro recipiente con la misma cantidad de agua fría y añádele 2 cucharadas de sales de Epsom por cada litro de agua. Otra opción que puedes probar es agregar algún aceite esencial para obtener la relajación total de las piernas.


-Una vez que hayas llenado ambos cubos con agua fría y caliente, remoja primero las piernas en el agua caliente durante unos 3 minutos y después sumérgelas en el cubo con agua fría durante unos 30 segundos.


-Repite este procedimiento unas 3 veces, terminando en el cubo de agua fría. Lo ideal es que sigas este tratamiento una vez al día durante un período de un mes para poder comprobar los resultados.


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